Es completamente distinto a lo que había leído hasta ahora, de ficción paranormal y terror, todo junto. Éste se lleva la palma en cuanto a escalofriante e impactante, incluso a veces me costaba seguir la trama, porque es bastante retorcido y rebuscado.
En Barrington House, un elegante bloque de pisos londinense, hay un apartamento vacío. Nadie entra, nadie sale. Y ha permanecido así durante cincuenta años. Hasta que una noche el vigilante oye unos ruidos después de medianoche y decide ir a investigar.