Ciencia ficción dura, como suelen llamarla. A veces puede pesar un poco pues contiene mucha información verídica de como funcionarían los viajes interestelares pero la forma en que se narra la historia y el mensaje detrás lo vuelve una joyita del género. Carl Sagan es el mejor.
La ciencia y la religión se basan en el asombro, pero pienso que no es necesario inventar historias; no hay por qué exagerar. El mundo real nos proporciona suficientes motivos de admiración y sobrecogimiento. La naturaleza y sus ademanes son suficientes.