Al principio es un poco complicado de leerlo, ya que no tiene muchos signos de puntuación y la manera de narrar los sucesos van de la primera a la tercer persona en un segundo. Un gran reto sin duda y un buen libro también.
Es un libro que me hizo pensar mucho en la situación actual del gobierno de mi país (y de la mayoría) y de cómo el poder hace creer a la gente que de cierta forma se vuelve superior al resto.