"Que sou eu, se não posso alcançar, afinal,
A coroa com louros da nossa humanidade,
A que todos almejam com tanta ansiedade?"
Dios y Mefistófeles apuestan por el alma de Fausto. Aquel ofrece a este juventud y vida eterna a cambio de su alma, hasta que alcance la satisfacción plena. Fausto, en sus aventuras, nos demuestra claramente el paradigma entre el conocimiento y la praxis.