Hana odia gimnasia, al señor Sagarra y su mote. Pero, sobre todo, odia su cuerpo. Así que lucha contra él. Lo castiga, lo lleva al límite y comienza una guerra en la que se cree vencedora, sin saber que en ese juego nunca gana nadie.Víctor y Gabi adoran sus vidas, sus fiestas y su independencia. Pero, sobre todo, adoran a Hana. Seguramente, más de lo que es recomendable para los tres. Al menos, si quieren seguir siendo amigos...