Creyó estar a salvo, pero el mal volvió a llamar a su puerta.Ama de casa felizmente casada y madre de dos niños, la vida de Gina no tiene nada de especial. Hasta que un simple accidente de tráfico pone al descubierto la cara oculta de Melvin: su esposo ejemplar es también un despiadado asesino en serie. Con él entre rejas, Gina adopta una nueva identidad como Gwen Proctor y halla refugio en la remota localidad de Stillhouse Lake, a pesar del acoso de los trol de internet que todavía la creen implicada en los crímenes de su ya exmarido.Sin embargo, cuando cree haber encontrado el lugar donde poder dar a su familia una vida normal, aparece un cadáver en el lago junto a su casa y comienzan a llegar cartas desde una dirección que conoce demasiado bien. Pero Gwen ha aprendido a combatir el mal… Y nadie impedirá que proteja a sus hijos de quienes quieren hacerles daño. Nada va a detenerla.
Los oscuros secretos que guarda una
persona. Te hace pensar que todos guardamos secretos, unos inofensivos y otros dañinos y peligrosos. Una lectura que engancha desde el principio.