Una buena obra literaria erótica, por momentos puede pasar a lo grotesco (en mi oponión). La versión que leí estaba escrita como guión de teatro. Sin duda una buena novela que hace usar la imaginación.
En este libro predomina algo: no existe Dios. Lo bueno es malo, y lo malo es tremendamente bueno. Una de las obras de Sade, que aunque son muy fuertes de digerir, dejan pensando a más de uno.