Tras rescatar a un dragón de té perdido en el mercado, Greta descubre el olvidado arte del cuidado de estas fantásticas criaturas de la mano de los afables dueños de la tienda de té del pueblo, Hesekiel y Erik.
Una novela grafica, lectura muy rapida pero hermosa, las ilustraciones son increíbles y adorables, super recomendado