En la obra la autora recrea la atmósfera y el ambiente opresivos que se vivían en Valladolid y Llerena, a mediados del siglo XVI en que la Inquisición marcaba, a veces, los destinos de muchas personas. Personajes reales se mezclan con los novelescos para ofrecernos un fresco sobre la vida y las costumbres de una de las épocas más convulsas y a la vez ineresantes de la historia de España.