La historia es narrada en primera persona por su protagonista -cuyo nombre no se revela nunca en el texto-, un crítico literario que viaja a Venecia en busca de las cartas que su admirado poeta Jeffrey Aspern escribió a su musa, Juliana Bordereau.
Joya literaria. Una historia conmovedora, que juega con la ansiedad del protagonista y al mismo tiempo con la tuya como lector, el misterio y la obsesión definitivamente pueden cambiar la vida de alguien en un instante, y transmutarla en condena entrena o regocijo. Altamente recomendable.