Nosotros, caro amigo, somos el sol y la luna, el mar y la tierra. Nuestro objetivo no es el cambiarnos uno en otro sino el conocernos mutuamente y acostumbrarnos a ver y venerar cada cual en el otro lo que él es.
Es un clasico, con moraleja y para recomendar. Como todo clasico hay que agarrarlo con tranquilidad y paciencia en el momento justo, para que no se torne tedioso.