Las cámaras de seguridad de un banco captan cómo un atracador dispara a bocajarro a la cajera tras un extraño intercambio de palabras. El detective Harry Hole se hará cargo de la investigación, con la ayuda de Beate Lonn, una de las investigadoras más desconcertantes del cuerpo de policía, capaz de identificar rasgos faciales mucho más rápido que cualquier programa informático, pero incapaz de moverse en sociedad.