La novela se inicia con unas celebraciones populares, con motivo de la epifanía de 1482 en el Palacio de Justicia. La obra nos presenta a Esmeralda, bailarina gitana, a Quasimodo, un deforme joven jorobado que se encarga de las campanas de la catedral de Notre Dame, y el archidiácono Claude Frollo.
Una cosa terrible y hermosa. Las historias de Víctor Hugo me conmueven como ningún otro autor lo ha logrado. Presenta personajes y situaciones que de inicio parecen fuera de lugar, para después unir todo en una sola línea y revelar todos los secretos de la historia. Lacombe lo ilustra hermosamente.