“Querida Hayley: Supongo que aún tienes resaca, así que lo explicaré brevemente. Anoche, te deslizaste debajo de mis sábanas (sin mi permiso), y casi tuvimos sexo. Me levanté como rayo de la cama una vez que me di cuenta de que eras tú y te llevé a casa. Esa es la historia. Fin. Punto.”