Un viernes de mayo, con visos de ser un día perfecto, se produce una explosión extraña en un edificio de Lyon. En uno de los pisos del inmueble, que queda reducido a escombros, vive un grupo de estudiantes de distintos países que esa noche celebraba una fiesta. Paul, alumno de Bellas Artes; Emma, perseguida por la tortuosa historia de su familia española; Luca, fascinado tanto por las matemáticas como por el ciclista Marco Pantani; e Ilka, una estudiante que dejó Berlín con solo su guitarra a cuestas, son los inquilinos de una vivienda muy frecuentada por los universitarios de la ciudad. En el domicilio vecino, también afectado por la explosión, reside una discreta familia marroquí, en apariencia bien integrada en la vida francesa.La novela explora lo sucedido desde varios puntos de vista. A través de cinco narradores, víctimas y testigos, conocemos qué ocurrió esa noche de viernes, así como sus consecuencias a lo largo de los tres años siguientes, hasta cubrir con sus relato...
Un suceso trágico contado desde varios puntos de vista que se complementan y nos dan una visión global. Muy bien escrito, sobre todo como cada uno afronta la situacion y cómo cambia su vida.
Una explosión en Lyon, un grupo de amigos y una historia sobrecogedora. Tiene unas comparaciones, metáforas y descripciones que te obligan a parar de leer y pensar sobre ellas. Muy bien escrito. Me ha encantado.
Una gran historia que encierra pequeñas historias dentro. De lectura fácil con frases y párrafos que invitan a la reflexión y a leerlos en más de una ocasión. Aunque yo no subrayo los libros, con este no lo he podido evitar