De las mejores novelas mexicanas contemporáneas, tiene una narrativa que te envuelve. Pocos libros se dan el lujo de usar lenguaje coloquial y tener una prosa elegante. Una historia cruda pero que atrapa de principio a fin.
Estamos tan inmersos en la violencia que no parece ajena, pero en esta novela Fernanda Melchor nos lleva -a través de un excelente empleo del lenguaje y del cambio de narradores- a empatizar con personajes que sabemos que podrían ser reales.