Daniel emprende un viaje para enterrar a su padre en el pueblo donde nació. Durante el trayecto evocará su propio pasado hasta llegar al presente en el que es padre de dos hijos con Kei, su mujer japonesa, de la que ya está al borde de la separación. David Trueba vuelve a desplegar su prodigioso pulso narrativo, a proyectar su aguda mirada sobre las paradojas y perplejidades de que está hecha nuestra existencia.