Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver.
Un libro bastante emocional y realista, contado desde la inocencia de un niño que queriendo ser Mary Poppins desea hacer magia y recomponer el mundo para alcanzar la felicidad, aunque el sea destrozado. Son naturales las lágrimas al entender la fuerza que hay que tener frente a los problemas.