Tras haber superado más pruebas de las que un corazón humano puede soportar, Feyre regresa a la Corte Primavera con los poderes de una alta fae. Sin embargo, no consigue olvidar los crímenes que se vio obligada a cometer para salvar a Tamlin y a su pueblo, ni el perverso pacto que forjó con Rhysand.