En el Ártico, la temperatura puede bajar hasta -70° C. En este desierto helado y hostil alejado de todo, un hombre lucha por sobrevivir. A su alrededor, la inmensidad blanca, y los restos de un avión que le ha servido de refugio, vestigio de un accidente ya muy lejano. Con el tiempo, ha aprendido a luchar contra el frío y las tormentas, a cuidarse de los osos polares y a buscar comida.
Su trama de supervivencia es muy lenta y parece aburrir. La película casi no tiene diálogos y se torna sin sentido de momentos. Sin duda se le podría clasificar como de bajo presupuesto. Si la ves, es muy posible que te decepciones.