Este filme de Alejandro González Iñárritu marcó el regreso en gloria y majestad de Michael Keaton. El actor encarna aquí a una ex estrella del cine que se hiciera famoso por interpretar a un superhéroe (Birdman) y que, ya de capa caída, invierte todas sus esperanzas y energías en el montaje teatral
Completa en plano secuencia lo cual es admirable ya que se ve un gran trabajo en su rodaje. El protagonista sufre de esquizofrenia paranoide, lo cual en la película hace que dudes de si realmente está ocurriendo algo o se lo está imaginando.