Henry, un hombre que le tiene fobia a las ovejas, regresa a la granja de su hermano en Nueva Zelanda, con la esperanza de que su hermano le compre la propiedad. Sin embargo, lo que él descubre son unas ovejas alteradas genéticamente que atacan a los humanos transformándolos en inmortales y asesinos.
CUTRE Y GLORIOSA. Totalmente over the top, por películas como ésta existen los guilty pleasures. Un virus experimental convierte a las ovejas en mutantes y ni les cuento lo que pasa si una de ellas muerde a un humano (pista: no se vuelven zombis). Divertida, ridícula, perfecta para ver en grupo.