Llevando a sus hijos a la escuela con el coche, el desarrollador de bienes raíces de Berlín, Karl, recibe una llamada de un chantajista: si no paga, el coche explotará. Comienza una carrera mortal contra el tiempo.
Esta película me tuvo en tensión todo el tiempo. Quizás el final se les fue un poco de las manos, pero mirando la complicación de la trama, creo que es justo y necesario. Muy recomendable.