Una cabina telefónica es el instrumento que utilizan Billy y Ted para viajar a sus anchas por el espacio y el tiempo. Viajarán al Infierno, al Cielo, se harán amigos de la Muerte (que acabará convirtiéndose en ídolo del rock), y conocerán a los marcianos, al conejo de Pascua, y a Albert Einstein.
Secuela regular cuyos personajes son tan absurdos como idiotas, muy insoportables, que más qué gracia dan pena. Entretenida por momentos y ganas de que terminase en otros. 2.5/10