Harper Higgins está decidida a conseguir un puesto fijo en el Boston Art College, y cuenta con curar una gran galería de arte en la universidad para hacerlo. Pero cuando pierde a su artista de escaparate y no puede encontrar a nadie más, recurre a su paseador de perros recientemente contratado que, sin que nadie lo sepa, es un pintor experto.
Un paseador de perros tiene que aparentar ser un artista para ayudar a su cliente, la doctora Higgins, que necesita que él finja de manera convincente o perderá el trabajo que tanto ansía en la Universidad de Boston.