Richard Nixon (Frank Langella) permaneció en silencio durante tres años tras renunciar a la presidencia de los Estados Unidos. En 1977 accedió a una entrevista con el fin de aclarar algunos puntos oscuros de la época en la que estaba en el gobierno y utilizarla para un posible regreso a la política. El entrevistador fue el joven David Frost (Michael Sheen), al que Nixon creía que iba a doblegar. Pero el resultado fue una gran batalla dialéctica entre los dos, vista por 45 millones de personas en cuatro noches.
La encarnizada batalla comunicativa entre Frost (un presentador estrella británico del siglo XX) y Nixon (expresidente de EEUU). Unas entrevistas que marcarán el porvenir de todo lo conocido sobre la gestión de este excéntrico expresidente.