Ambiente reflejado de manera brillante. Atmósfera recreada fielmente, acompañada de buenos actores que siempre suman. Historia, en general, bien contada que consigue meterte de lleno en la época y que empatices con los personajes. No se hace pesada ni demasiado lenta
Con la ayuda de un grupo de prisioneros españoles que lideran la organización clandestina del campo de concentración de Mauthausen, Francesc Boix (Mario Casas), un preso que trabaja en el laboratorio fotográfico, me encantaa 10/10