Ante la noticia del embarazo de su novia, Tomás, un adolescente de 17 años que vive con su madre, emprende el viaje hacia un pequeño pueblito del Litoral Santafesino en busca de Camilo, su padre, un carpintero náutico que lo abandonó cuando todavía no había nacido, y a quien nunca conoció.
Aquí, una familia escapa de unos seres demoníacos y ancestrales (una mezcla rara entre murciélagos y dragones) que han sido liberados por casualidad de unas cuevas subterráneas. Vuelan y atacan a los humanos, pero son ciegos.