Recién ascendida a inspectora de policía, Jessica Shepard (Ashley Judd), una mujer con serios problemas psicológicos, sigue la pista de un asesino en serie. Descubre, horrorizada, que las víctimas son hombres con los que ella ha tenido relaciones sexuales. Esta circunstancia la convierte en la principal sospechosa.
Stretch, un chofer de Los Ángeles, comienza a trabajar para un misterioso millonario de Hollywood mientras intenta pagar sus deudas, superar sus adicciones a la cocaína y al juego, y olvidar un romance fallido.