Años después de presenciar la muerte del admirado héroe Máximo a manos de su tío, Lucio se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro. Con un corazón desbordante de furia y el futuro del imperio en juego, Lucio debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y el honor que devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.
Tiene muchas semejanzas con Gladiador. La historia se repite, al igual que las buenas batallas y el final. Una promesa, la misma promesa. No imagine ver a Denzel haciendo del MALO, fue una sorpresa.