El fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, reabrió el caso del asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y presentó cargos contra algunas personas. Después de entrevistar a numerosos testigos de Dallas y a personas relacionadas con los hechos, mantuvo la tesis de que el magnicidio fue fruto de una conspiración en la que podrían haber intervenido el FBI, la CIA y el propio vicepresidente Lindon B. Johnson.
Te atrapa de principio a fin. De esas películas inteligentes, con suma atención a los detalles. Trata sobre todo lo que hizo el fiscal Jim Garrison para intentar hacer justicia respecto al asesinato del presidente John F. Kennedy.