Teo Morales es dueño de un taller de tuning en una barriada obrera de Madrid. Un hombre cuyos empleados y amigos quieren y respetan, pero tiene serias dificultades para sacar la empresa adelante. Ahogado entre facturas y pagos, Teo siempre promete saldar sus deudas "la semana que viene". Para colmo, su exmujer le reclama continuamente la pensión alimenticia del hijo de ambos, Lucas. Desesperado, Teo se plantea vender el taller a una inmobiliaria, pero finalmente se le ocurre una idea descabellada: organizar un robo en la Aseguradora que centre la mirada de la policía y mientras tanto poder actualizar su póliza en los ordenadores. Para ello cuenta con la ayuda de amigos, el novio de su exmujer, y Lucas, el hijo de Teo, un pequeño "hacker" de 14 años.