Tras la repentina muerte de su madre, Jenny busca a su padre y descubre que se trata de Barry «El Sucio», un estafador de poca monta que vive con Marisela, su joven pareja. Intentando acercarse más, Jenny le pide a Barry que le enseñe sus trucos para engatusar a la gente, al tiempo que este la va incorporando en pequeñas estafas. En busca de dar un gran golpe, Barry, Jenny y Marisela viajan a Puerto Vallarta, pero las cosas no salen de acuerdo a lo planeado. La relación de Barry y Jenny se desmorona de la noche a la mañana y quizá sólo una canallada más podrá reunirlos de nuevo.
Tiene sus momentos campechanos, graciosos, aunque muchas cosas son obvias y poco creíbles. El cierre es lindo, de cierta manera, un padre que nunca lo fue antes, se vuelve uno.