Amanda tiene 33 años. Su aburrida vida cambia repentinamente cuando se ve obligada a cuidar de su abuela alcohólica, Dolores, una actriz retirada que vive de sus glorias pasadas. Hasta ese momento, Amanda nunca había tenido mucha relación con su abuela.
Esta chica es una fregona contando historias íntimas y familiares, esta es su ópera prima y desde aquí hay esbozos del estilo que ha perfeccionado con el tiempo, la foto es PRE CIO SA. Abracen a sus abuelitas siempre que puedan.