Amanda tiene un problema; si está sola no puede dormir. Sus días transcurren de manera tranquila y ordenada; sus noches las llena de amantes que la ayudan a pasar las horas. De un día para otro su universo se ve transgredido cuando tiene que hacerse cargo de su vieja y alcohólica abuela, Dolores.
Esta chica es una fregona contando historias íntimas y familiares, esta es su ópera prima y desde aquí hay esbozos del estilo que ha perfeccionado con el tiempo, la foto es PRE CIO SA. Abracen a sus abuelitas siempre que puedan.