El fiscal del distrito Tom Logan es propuesto para otro cargo más importante, pero antes tiene que hacerse cargo de la defensa de su impredecible cliente Chelsea Deardon, que veinte años atrás presenció cómo su padre moría en un incendio junto a sus obras de arte. Se la acusa de robar algunos de los cuadros que sobrevivieron al incendio.
Una artista es acusada de robar algunos cuadros de su padre que sobrevivieron al incendio donde éste falleció veinte años atrás, así que contrata a dos abogados, quienes emplean extraños métodos para demostrar su inocencia.