Un director de cine independiente sale a cenar y se encuentra con una pintora. Los dos empiezan a hablar tras este encuentro fortuito, pero las cosas empiezan a cambiar cuando ella hace una pregunta difícil de responder. A partir de ese instante, nada será igual.
De todas las películas que he visto de Hong Sang-soo, esta es mi preferida. Aglutina todo lo mejor de este cineasta: el juego de los puntos de vista y la temporalidad del relato.