Una violencia extrema que lejos de ser gratuita da forma a una película sólida e interesante que, aunque a veces recuerda a las películas de apocalipsis de domingo por la tarde, merece la pena ver.
La humanidad ha sufrido una Nueva Edad de Hielo y los únicos supervivientes consiguen llegar con dificultades hasta Piercer Snow, un tren sin destino final que viaja bajo tierra alrededor del mundo alimentándose de un continuo motor de movimiento.