En una mansión, cuatro señores se reúnen con cuatro exprostitutas y con un grupo de jóvenes de ambos sexos, partisanos o hijos de partisanos, que han sido hechos prisioneros. Nadie en la casa puede eludir las reglas del juego establecidas por los señores; toda transgresión se castiga con la muerte. Además, ellos gozan de la facultad de disponer a su antojo de la vida de los cautivos.
Es una crítica acérrima al régimen fascista y al capitalismo de la manera más realista posible. Hay tomas imposibles de ver, el film te lleva a la destrucción del individuo en su totalidad para convertirlo en objeto y terminarlo con indiferencia extrema.