La actriz y cineasta canadiense Sarah Polley investiga ciertos secretos relacionados con su madre, entrevistando a un grupo de familiares y amigos cuya fiabilidad varía en función de su implicación en los hechos, que son recordados de diferentes maneras; de modo que siempre queda un rastro de preguntas por responder, porque la memoria es algo cambiante y a menudo el descubrimiento de la verdad depende de quién esté contando la historia.
Sarah Polley no sólo es una gran actriz. También es una gran directora. En este documental se enfrenta de lleno con sus traumas familiares, y lo hace con muy buen pulso y habilidad narrativa.