Tadeo vuelve a meter la pata. Esta vez, el disparatado arqueólogo destroza un sarcófago y libera la maldición de la momia que había dentro. Los amigos de Tadeo están en peligro, y solo él puede salvarlos.
Mola mucho, es muy divertida. Además tiene referencias muy graciosas. A Tadeo le encantaría que sus colegas arqueólogos le aceptasen como a uno más, pero siempre acaba liándola: destroza un sarcófago y desata un conjuro que pone en peligro la vida de sus amigos, Momia, Jeff y Belzoni.