Cuando sus "clientes" no reclaman su presencia con la asiduidad que ellos necesitan para subsistir, el propietario de una funeraria, un perfecto sinvergüenza, alcohólico y sin escrúpulos, y su único colaborador, un ladrón que tuvo que abandonar su oficio por no saber realizarlo, se ven obligados a forzar las defunciones valiéndose de las técnicas más disparatadas.
La Comedia de Terror por excelencia, nos presenta a un Vicent Prince en plenas facultades. Desternillante, Ilirante y Transgresera, logra que desconfiemos de cuantas veces ha utilizado el embalsamador, el Ataud que nos acaba de vender.