Macbeth, recibe una profecía de un trío de brujas de que algún día se convertirá en rey de Escocia. Consumido por la ambición y empujado a la acción por su esposa, Macbeth asesina a su rey y toma el trono para él.
Es una película tan eterna en cada uno de sus gestos como perfectamente moderna en el relato febril y desengañado de un silencio construido desde, en efecto, el ruido y la furia.