La familia Recchi pertenece a la gran burguesía industrial lombarda. Viven en Milán, en una lujosa casa, llena de espejos, flores, cortinajes, pero las relaciones entre ellos son frías y distantes. Eduardo Tancredi, su mujer Emma (Tilda Swinton), una inmigrante rusa plenamente integrada en la cultura milanesa, sus hijos Elisabetta, Edoardo y Gianluca, los compañeros y prometidos de éstos y los abuelos componen el círculo familiar. Entre lujosos salones y espaciosos jardines tiene lugar la sucesión y entrega del negocio familiar y su consolidación. El joven cocinero Antonio, completamente ajeno a este mundo, condensa sus emociones en platos que no pertenecen a la tradición culinaria de la familia. Tanto él como Emma son personajes que no encajan en este universo, y la pasión que surge entre ellos los llevará a romper todas las ataduras, pero será a costa de pagar un precio muy alto.
Pareja: Emma y Antonio, y sus elegantes desenfoques.
Su amor es especial porque: supera cualquier barrera social para dejarse llevar por la sensulidad del momento.
Parece que el director Luca Guafagnino está mayormente fascinado por el amor que no puede ser completado por los estándares sociales. Cosas como la fantasía realista. El deseo es algo que describe las trilogías.