Este hotel nos sorprendió. En una inmensa extensión de terreno, el hotel en si no es tan grande. Tiene una hermosa alberca, el jacuzzi super caliente. Nuestra habitación era gigante y todos muy amables. Rentan bicis para dar una vuelta por el hotel y es un paseo super recomendable.
Mi hotel favorito en Ensenada. Cuenta con playa privada, un mini museo, mesa de ping pong, cancha de tenis y mini bar en la piscina abierto los fines de semana. Perfecto para unas vacaciones familiares.