Miles de litros de agua cayendo, así parece poca cosa pero es imponente cuando uno está por esos puentes de acero a metros de la Garganta del diablo.
Un parque nacional que tiene varias hectáreas de superficie, un tren que te lleva de un lado a otro, monos y coatíes sueltos entre la gente.
Sólo basta con observar, para estar convencido de conocer este hermoso lugar, la primera vez que fui, quedé asombrado con su belleza, el costo para conocerlo no es elevado, se van a llevar una maravillosa experiencia.