La lavanda, ya sea en forma de planta o en bolsita, ayuda a aliviar el estrés y el insomnio, así como a calmar la inquietud, el nerviosismo, la ansiedad y la depresión.
El aroma a lavanda es muy relajante y por eso es una de las plantas más conocidas cuando se habla de reducir la ansiedad e inducir el sueño. Su fragancia ralentiza el ritmo cardíaco, baja la presión arterial y combate el estrés. También su aroma puede calmar el llanto de los bebés.