Es, diría yo, una de las calles más emblemáticas de la CDMX, conecta con la explanada del Zócalo y la Torre Latinoamericana, además que caminar por allí es un deleite.
Madero caramba!! Nadamás de cruzar eje central y voltear a verlo te dan ganas de caminarlo. Sales con tortícolis porque seguro hay bastante que ver a ambos lados del camino: entrada a iglesias, museos, tiendas, escaparates, gente meticulosamente maquillada, todo un paseo visual.