Jugar sin mando significa jugar con todo el cuerpo. Kinect responde a tus movimientos. Así que si tienes que dar una patada, da una patada. Si tienes que saltar, salta. Ya sabes cómo jugar. Solo tienes que levantarte del sofá.
Aunque es un poco viejo, es divertido poder jugar en una realidad virtual (no tan avanzada) como la que nos permite jugar el Kinect del Xbox 360. Existe una gran variedad de videojuegos para poder acompañar nuestra experiencia.