Ve a maravillarte con los vestigios de esta gran cultura, como dato curioso si encuentras el lugar y la pirámide ideal, escucharás un quetzal mientras aplaudes.
Ir a Teotihuacán solo para ver las pirámides, es como pedir un chile en nogada solo para tomarle una foto. Claro que Teotihuacán es una experiencia que involucra contemplación y asombro, pero un poco de contexto hace una gran diferencia.