Floreffe Triple debe su considerable reputación a la amargura de su lúpulo local y al toque de caramelo que se manifiestan en su sabor. Como es el caso de las cervezas Floreffe, no se filtra y pueden aparecer nubes cuando se sirve muy fría. Elaborada según una vieja fórmula que pertenece a los monjes de la abadía de Floreffe, es refermentada en la botella con la adición de levadura y azúcar.